Usar un andador puede parecer difícil al principio, pero con la técnica adecuada se convierte en una herramienta segura y eficaz para moverse. Ya sea que estés en rehabilitación o necesites apoyo en la vida diaria, aprender a usarlo correctamente es esencial. En este artículo explicamos cómo caminar con un andador y manejar obstáculos como escaleras de forma segura.
Caminar con un andador sin ruedas requiere buena coordinación y un ritmo constante, mientras que un andador de dos ruedas facilita la marcha para quienes buscan un apoyo con movimiento más fluido. Aquí están los pasos clave y sus ventajas según el tipo de andador:
1. Colócate correctamente: sostén el andador frente a ti, con los brazos ligeramente flexionados a la altura de la cadera. Prefiere un andador con asas ajustables como el de INDESmed.
- Ventaja dos ruedas: puedes mover el andador más fácilmente sin levantarlo completamente, reduciendo el esfuerzo de los brazos.
2. Avanza el andador: colócalo firmemente en el suelo (sin ruedas) o con dos ruedas: deslízalo suavemente, ruedas opuestas a ti, unos centímetros delante de tus pies.
- Ventaja dos ruedas: el andador rueda ligeramente, permitiendo un movimiento más natural y continuo.
3. Avanza los pies: mueve tus pies dentro del marco, uno tras otro, sin cruzarlos.
- Ventaja dos ruedas: el desplazamiento puede ser más rápido y menos fatigante porque el andador se desliza contigo.
4. Mantén un ritmo constante: avanza lentamente para mantener el equilibrio y evitar caídas.
- Ventaja dos ruedas: el ritmo puede ser algo más dinámico sin comprometer la estabilidad.
5. Seguridad ante todo: evita superficies resbaladizas y usa zapatos estables.
- Ventaja dos ruedas: algunos modelos tienen ruedas antideslizantes, ofreciendo mayor control en superficies lisas.
Con práctica, caminar se vuelve más natural y fluido, ya sea con un andador clásico o un modelo de dos ruedas, reduciendo el riesgo de caídas y la fatiga de los brazos.
Bajar una escalera con un andador requiere precaución y técnica:
1. Acércate al escalón: coloca el andador justo antes del borde.
2. Coloca tus pies: primero el pie más cercano al siguiente escalón.
3. Desciende despacio: baja ligeramente el andador y desciende un pie a la vez.
4. Usa tus brazos: apóyate ligeramente en el andador para amortiguar la bajada.
5. Mantente concentrado: no mires a otro lado y siempre observa tus pies y el andador.
Esta técnica reduce el riesgo de caídas y protege las articulaciones. Para andadores de 2 o 4 ruedas, es más seguro levantar el andador al bajar escaleras. Prefiere un andador ligero.
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